Los animales en cautividad de los que nadie habla

La cautividad de animales salvajes es algo que preocupa a mucha gente, y lo podemos ver a diario con noticias que ponen el punto de mira en los zoológicos. Pero…¿Es esta la única forma de cautividad de fauna silvestre?

Para aclarar un poco este asunto vamos a utilizar un animal como el tigre y un país como Estados Unidos, que si bien tiene diferente legislación a la UE, nos puede dar una visión del alcance del problema.

Hace solo unos meses, los dueños de tigres sin «pedigrí» (Ascendencia desconocida o cruces entre subespecies) se libraban de los permisos que requerían las subespecies puras. No solo eso; la USDA ha incluido como violación de la ley de bienestar animal el retirar cachorros de sus madres antes de los 28 días para que puedan ser utilizados para el entretenimiento.

Estos cambios de leyes tan recientes parecen pensados para un criadero de alguna raza canina, sin embargo, son para una de las especies más amenazas del planeta. No son leyes pensadas para los zoológicos: Son leyes pensadas para la tenencia privada de estos animales. 

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Cría de tigre de bengala en una casa – Reuters

Se calcula que entre 5.000 y 10.000 tigres viven en este país en cautividad, superando de largo las poblaciones salvajes, que rondan los 3.500. Y bien, ¿Dónde se esconden todos estos animales? Tristemente, un tigre puede estar en muchos sitios que no sean los bosques de Rusia o las selvas de la India.

Uno de esos lugares es el jardín o garaje de muchas casas, pues resulta bastante sencillo tener fauna salvaje como mascota en muchos países. Y si bien organizaciones como el CITES (¿Qué es el CITES?) intentan controlar este mercado, con dinero es fácil obtener documentos legales que te permitan tener muchas especies cuya tenencia es peligrosa y poco ética. Muchos tigres, y otras muchas especies, son mantenidas en jardines particulares, sin ninguna garantía de su bienestar y con ningún objetivo educativo o conservacionista.

No hace falta irse al país de las oportunidades, en España podemos encontrarnos con situaciones horrendas en este aspecto. Para aquellos que conocen un poco el mundillo de las mascotas exóticas no les resultará extraño: En internet podéis encontrar muchos foros en los que abundan conversaciones sobre la tenencia de especies que no esperarías que un particular pudiera tener en nuestro país.

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Guepardo en coche particular – autoría desconocida

 En algunos países, los «zoológicos de carretera» son bastante comunes. Son centros cuyo único objetivo es atraer turistas que pasan por delante de su centro y nunca más volverán. Estos centros únicamente están regulados por leyes federales, y suelen tener a los animales hacinados. Si bien en Europa la ley de núcleos zoológicos es más restrictiva y no tenemos esa tradición, en España existen muchos núcleos zoológicos que hacen negocio con estos animales a través de espectáculos circenses, ferias, rodajes, etc. Es decir, estos centros, a diferencia de un zoo, no están obligados a tener ninguna actividad educativa o de conservación, y pueden usar directamente sus animales para el lucro.

Los circos con animales salvajes siguen siendo un gran negocio, y en este caso es común ver animales mutilados para que no puedan dañar a sus «entrenadores», instalaciones ridículas que muchas veces se limitan a remolques, etc. La federación europea de veterinarios ya condeno las actividades circenses con animales, debido al entrenamiento con refuerzo negativo, las pésimas instalaciones y la nula educación que se transmite en este tipo de eventos hacia el mundo animal. En España se están prohibiendo en muchas comunidades autónomas y ayuntamientos, pero aún es legal.

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Macaco de gibraltar – Fotografía de Dev Dharm Khals

 

Los zoológicos tradicionales pueden estar acreditados o no. Un zoológico no acreditado puede realizar una gran labor, pero tampoco tenemos la garantía de que así sea. Lo mejor es informarse de las labores del centro (educacionales, conservacionistas, etc.), pues en este caso su labor no depende de instituciones, sino de voluntad popular, y es entonces donde nos encontramos lo mejor y lo peor de estos centros: Podemos tener centros que realizan rescate de fauna, educan y tienen bien a sus animales, compartiendo «categoría» con centros que en poco se diferencian a los zoos de carretera. Y es una pena que la gente no entienda la diferencia entre gente que se parte por los animales, y «gente» que parte esa labor, y con ella, al bienestar de sus animales.

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Imagen del Centro de Rescate-Zoo de Castellar, un centro denunciado por el estrés que sufren sus animales en las interacciones

Existen también muchos mal llamados santuarios y centros de rescate, que hacen pasar su labor como altruista. Podemos encontrar casos en España, pero en otras áreas del mundo es aún más sangrante. Por ejemplo, el negocio de la caza enlatada se rentabiliza con «santuarios» de crías donde puedes fotografiarte con futuros trofeos de caza.

Y es que hay muchos centros que crían animales salvajes con el objetivo de abastecer el tráfico de especies, especialmente en países como China, donde miles (sí, miles) de tigres son criados para abastecer un mercado negro de huesos y pieles. Por supuesto, también existen, en mayor medida, santuarios y centros de rescate reales que tienen como prioridad el bienestar y rehabilitación de sus animales, y nuestro país es una buena muestra de ello.

Sin embargo, también existen zoológicos acreditados por la WAZA (o su equivalente en España, la AIZA), una asociación que vela porque los zoológicos tengan como objetivo el bienestar animal, la conservación y la educación. Lo curioso es que, volviendo de nuevo al felino rayado y su situación en América, solo el 6% de los tigres en Estados Unidos están en este tipo de centros.

Esto quiere decir que mientras que un par de centenares de tigres se encuentran en este tipo de instalaciones, miles y miles de ejemplares permanecen en centros cuyo único objetivo es el lucro; y esto ocurre con cualquier especie. Personalmente, creo que estas asociaciones no son garantía de tales objetivos, o al menos del nivel que requiere actualmente la sociedad y el sentido común, pero si son un paso muy grande que debe diferenciarlas del resto, y regulan que las empresas que gestionan estos centros vayan en la buena dirección; aún así, creo que cada día serán más exigentes con sus miembros, pues es parte de la evolución natural que debiera tener el sector.

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Anuncios de venta de grandes felinos

Alguno pensará que esto nos pilla muy lejos. Si bien no vivimos en Estados Unidos, en Europa no nos libramos de cifras horrendas. Europa es el segundo importador de reptiles del planeta, se calcula que en Reino Unido hay 42 millones de animales no domesticados como mascotas, y hablaríamos de entre 2.500-7.500 primates solo en UK. Estos son algunos datos que he recabado en escasos minutos, sería interesante tener los datos de cuantos tigres o leones se pueden encontrar en jardines y garajes europeos y españoles. No es muy complicado y encontrar por internet la posiblidad de adquirir uno de estos animales.

Es entonces donde me pregunto a que estamos jugando. ¿Por qué veo a tanta gente pidiendo el cierre de zoológicos con miles de animales y a tan poca apoyando a centros de rescate y zoos buenos donde debieran trasladarse estos mismos animales para evitar su sacrificio? Tal vez fuera mucho más útil manifestarse por mayores restricciones en la tenencia de animales salvajes por particulares.

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Mujur, hembra de orangután de Borneo (zoo de Dublín) – Fotografía propia

 Porque está claro que en los zoológicos modernos hay mucho que mejorar, y es que este artículo no es una defensa de estos: Debieran cerrarse muchos centros y seguir una mejora constante de las premisas conservacionistas y educacionales (Más creo que este tema es mucho más complicado de lo que aparenta para muchos). El camino seguramente pase por unas acreditaciones más exigentes y una mayor proporción de santuarios y pequeños centros que educan y recuperan, en contraposición a la cautividad como forma de lucrarse sin aportar beneficios a los ecosistemas y la sociedad, y sobre todo, en contraposición a esa «cautividad invisible» que tan poca visibilidad tiene en los medios y que parece estar tan poco presente para muchos.

Por ello, sigamos apoyando, de forma crítica, a aquellos centros que velan por los valores educativos, que velan por el bienestar de sus animales y que velan por el futuro del planeta. Como siempre, muchas gracias por leerme. Os recuerdo que si queréis apoyar al blog, seguidlo en las redes sociales (facebook y twitter) e interaccionar con las publicaciones, pues simplemente un «me gusta» ayuda bastante a la difusión de este contenido divulgativo.

11 respuestas a “Los animales en cautividad de los que nadie habla

  1. Myriam Catalá octubre 25, 2016 / 3:00 pm

    Estupendo punto de vista. Los ciudadanos y particulares también debemos ser responsables. La concienciación sobre el hecho de que los animales no son juguetes es fundamental también para la conservación.

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  2. valverdedelucerna octubre 25, 2016 / 8:25 pm

    Agradezco la información que nos proporcionas porque muchas veces aceptamos situaciones que no se debieran permitir. Un saludo.

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  3. fridagsdr noviembre 9, 2016 / 2:58 pm

    Totalmente de acuerdo! Ante todo la divulgación e información para poder estar informados y no participar en este tipo de centros que mencionas en el articulo, pues nada tienen que ver con la conservación.

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