Comienza la noche. El feudo del loris perezoso de Bengala (Nycticebus bengalensis); en la plácida sinfonía de los bosques, una cría y su madre se agazapan en los árboles, comiendo néctar. Parece una noche como otra cualquiera para ellos y el resto de fauna que les rodea, pero nada más lejos de la realidad: De pronto, irrumpiendo en la pacífica nocturnidad de las selvas de Indochina, unos hombres armados aparecen y, directamente se dirigen a nuestros protagonistas y agarran a la cría. Vienen a buscar animales para vender como mascotas, ergo la madre, por su edad, no les interesa para este cometido; sin embargo, la medicina tradicional oriental utiliza estos animales, fruto de la más absoluta de las ignorancias, como muchos otros, así que recibe un tiro, y su cadáver es metido en una bolsa. El sonido que emite la cría es estremecedor, y rompe el silencio con tanta fuerza como lo hizo la bala hacía unos instantes, traumatizada por el hecho de que acaba de perder a su madre, su ser más querido y del cual era totalmente dependiente; y es que separar a crías y madres causa un trauma, muchas veces irreparable, en estas crías, raptadas de su ecosistema.
La cría va directa a una jaula, y es llevada, tras un viaje de 10 horas, sin agua ni comida y en absoluta oscuridad, a un almacén furtivo, repleto de jaulas con animales de su especie, y de otras, aterrorizados. El festival de gritos y golpes contra barrotes es incesante. Comienzan a sacar ejemplares de la jaula, y a llevarlos a una sala contigua. Se oyen chillidos de dolor y le toca el turno a nuestro protagonista. Le meten un corta-uñas en la boca, como el que cualquiera de nosotros puede tener rondando por casa, y le arrancan los dientes sin anestesia y analgésicos. Los loris lentos son un caso raro entre los mamíferos: Son «venenosos». Poseen una glándula braquial ubicada en el centro del codo, que el loris se encarga de llevar a la boca. Si se ve amenazado, inocula la toxina con un mordisco. Sin dientes, se evita ese problema y se convierte en «la mascota ideal». Estos mordiscos, pueden llegar a ser letales para un humano.
Tras días en la misma jaula, rodeado de compañeros que han pasado el mismo trauma, nuestro protagonista es metido en un tubo con otros nueve de su especie. Bueno, 8. Uno de los animales presenta una herida infectada en donde se le arrancaron los dientes, y es decapitado inmediatamente para ser utilizado como «medicina» alternativa. El tubo es metido en una maleta. Pasan 14 horas cerrados en la bodega de un avión. Cuatro se ahogan y uno desarrolla una septicemia debido a la falta de higiene al arrancarle el diente, llegando solo 3 animales vivos.
Nuestro protagonista es llevado a un mercado local, y exhibido junto a otros animales. Una niña se encapricha del animal. Lo ha visto en youtube, comiendo plátano y levantado los bracitos, y le ha hecho gracia. Le pide a su madre que se lo compre, y «Jorgito», que así es bautizado, acaba en la habitación de una niña de 8 años.
Obviamente, en el mercado negro no te aconsejan como tener correctamente a un animal sacado ilegalmente de su medio natural. Jorgito recibe una dieta basada en fruta, gominolas y chocolate. Probablemente desarrolle graves problemas digestivos que induzcan en él enfermedades nutricionales graves. La niña tiene la luz encendida muchas horas, variando los ritmos circadianos del animal, causando otra serie de enfermedades metabólicas asociadas al estrés, y problemas oculares asociados al exceso de luz.
Jorgito es grabado por su dueña mientras le rasca y le peina la barriga. El animal levanta los brazos, es muy gracioso, ideal para tener muchas visitas en youtube. Sin embargo, detrás de este gesto es más probable que esté la reacción de un animal salvaje ante una amenaza, al disfrute de una sesión de acicalamiento. Se han relacionado los vídeos de youtube de estos animales al aumento de su demanda por parte de particulares, y por tanto, el aumento de su captura ilegal.
Pasan muchos días, y Jorgito ha aumentado bastante de peso, y ha tenido problemas gastrointestinales. Pasa horas encerrado porque su dueña se ha cansado de él. Un día, intentando salir de la jaula para buscar un sitio oscuro, la jaula se cae y Jorgito se rompe el fémur, causando una fractura abierta, sangrante y dolorosa. Su densidad ósea ha descendido bastante desde que está en cautividad debido a una dieta poco adecuada. Pasan horas hasta que la niña le encuentra.
No lo pueden llevar al veterinario, ya que es un animal ilegal, así que le limpian la herida y se la vendan como pueden, con el botiquín del baño. Obviamente, personas sin cualificar no pueden tratar una fractura en un animal de estas características con muchas garantías. Días después, tras haberse quitado el vendaje sin mucho problema, la herida se infecta, y tras días de dolor y sufrimiento, una mañana, Jorgito aparece inerte en la jaula, sin responder a las palabras de la chica que por desconocimiento, condeno a este animal a una muerte cruel, lejos de cualquier conexión con su vida anterior entre árboles. La madre tira al animal a la basura, en una bolsa de plástico bien cerrada para que nadie lo encuentre.
La historia de Jorgito es falsa. Está basada en cientos de historias del tráfico ilegal de estos animales; pues parece que se necesita personificar en un individuo estos hechos para denunciarlos y concienciar sobre ellos. Siento si no he reflejado el «trabajo» de los furtivos a la perfección. La realidad es que, día a día, decenas de loris son arrancados de su hábitat para alimentar un mercado negro de mascotismo y medicina «tradicional», retroalimentado por ese aspecto de animales adorables y divertidos que nos vende youtube y por la ignorancia. Nada más lejos de la realidad.
Yo mismo me enteré de la existencia de estos animales por la popular red de vídeos; me pregunté que clase de primates eran y me puse a indagar por la bibliografía. Sin embargo, mucha otra gente se pone a indagar como conseguir tener una mascota así. Y aunque en España parezca imposible hacerse con uno, en otros lugares del mundo resulta bastante más sencillo.
Existen opciones muy variadas para tener una mascota, ya sean animales domésticos o exóticos. Cuando queremos tener un animal exótico, lo primero que debemos tener en cuenta es que es un animal que no está adaptado al ser humano. Si queremos tener un animal exótico, debemos tener en cuenta el desembolso económico y sacrificio personal, que requiere adaptarnos al animal, sus requerimientos y su biología, y no adaptar al animal a nuestras costumbres; esto desemboca en patologías y abandonos que pueden tener un gran choque para el ecosistema.
Sin embargo, hay ciertos animales que no podemos ni plantearnos tener como mascotas. Tanto porque no podemos sustentar sus mínimas necesidades biológicas, como por su estado de conservación y la ilegalidad de su tenencia. El loris es uno de esos casos; es un animal salvaje, incluso peligroso, cuya imagen de mascota ideal ha sido alimentada por vídeos como estos.
El mensaje que quiero dejar es claro: Los loris lentos que podéis ver en youtube seguramente tengan historias terribles detrás, como muchos otros animales salvajes convertidos en mascotas. Es un deber moral denunciar e informar de estos hechos. Se pueden hacer muchas cosas para ayudar, no solo con esta especie, sino con muchas otras. Desde un veterinario que exija el CITES siempre que un animal de este tipo llegue a una clínica, hasta explicar la situación real de estos animales en los vídeos de youtube en los que aparecen.
Si estáis interesados en la protección de los loris lento, os dejo un enlace a la campaña «Tickling is Torture» (Las cosquillas son tortura, en referencia a que en los vídeos de youtube en los que aparecen estos animales, la gente hace «cosquillas» en la barriga de los loris, lo cual hace que adquieran su posición de amenaza, que confundimos con una de placer).
Esta campaña está llevada por el International Animal Rescue, una organización que se dedica al rescate de animales salvajes, como indica su nombre. Os dejo en enlace de la asociación, donde podéis ayudar de diversas formas, no solo al loris lento, también a otras especies, como el orangután, denunciando su situación en lo referente al aceite de palma, tema del cual ya hablamos en Nasua. Existen otras asociaciones con proyectos similares, enfocadas directamente al loris lento, concretamente Nocturama, proyecto liderado por Anna Nekaris, directamente dedicado al estudio y protección de estos animales tan fascinantes.
Por último, que ya he puesto muchos enlaces en el tramo final de la entrada, os dejo un post de la APE (Asociación Primatológica Española), que ya sintetizaron el tema muy bien en su blog en la semana del loris lento, allá por septiembre.
Como siempre, una entrada con objetivo de denuncia, de información y de concienciación. Puede parecerte una tontería, pero compartir vídeos de estos animales no hace ningún bien a su conservación. Ya basta de esa necesidad del ser humano de convertir a los animales salvajes en mascotas. Hay líneas que nunca debieran rebasarse. Tener un loris lento en tu casa es una de ellas. Ojalá estos animales tengan un futuro prometedor, lejos de los focos de youtube.
Edit: Os dejo el link al genial post de Zaida Gómez Lázaro, alumna del master de primatología de la Universidad de Girona, sobre las estereotipias que desarrollan los animales rescatados de estas situaciones: «El precio de ser mono». Genial complemento a esta entrada si os interesa el tema de los loris.
blognasua.wordpress.com 
Muchisimas gracias por compartir mi reseña. Esperemos que entre todos poco a poco la gente vaya tomando consciencia de esta terrible situación.
Genial post!
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Un placer Zaida, tanto leerlo como compartirlo. Saludos 🙂
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Un excelente artículo. Enhorabuena.
Es lamentable a qué extremos llega el ego humano y también su ignorancia.
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Totalmente de acuerdo. Gracias por pasarte por el blog! Saludos ^^
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